Estas máquinas permiten también un ahorro de dinero importante a la hora de escanear la factoría, algo que requería anteriormente una inversión de casi 300.000 dólares. Si esta prueba piloto funciona, Ford tiene previsto trasladar la tecnología al resto de sus fábricas.
El objetivo con el paso del tiempo es lograr que se opere con los robots de forma remota. A día de hoy, tanto Fluffy como Spot pueden ser programados para seguir un camino específico; las ‘órdenes’ se dan con una tablet a 50 metros de distancia como máximo.
Ambos robots tienen tres modos operativos, que son un paseo por terreno estable, uno por superficies irregulares y una velocidad especial para escaleras. Con todo, los dos pueden manejarse en suelos complicados como rejillas o escalones e incluso inclinaciones de 30 grados. En el caso de caerse, son capaces de enderezarse y, además, mantienen una distancia segura con los objetos para evitar colisiones.
Otra de las ventajas de Fluffy y Spot es que pueden descansar mientras un pequeño robot móvil autónomo redondo, conocido como Scouter, se desliza por los pasillos de la planta. Scouter navegar de forma autónoma por los pasillos mientras escanea y captura nubes de puntos 3D para generar un DAC, que son las iniciales de 'Diseño Asistido por Computadora', de la instalación.