“Los cobots pueden notar cuándo es necesario aplicar más fuerza, igual que nosotros, y también les es posible llegar más fácilmente a lugares de acceso complicado, como el centro del techo”, explica Dennis Kuhn, ingeniero jefe de Fabricación de la división de Pintura en Ford Europa.
Estos robots incorporan una capa flexible y suave impresa en 3D entre el brazo automatizado y el papel de lija, lo que permite que el cobot trabaje con una precisión y una destreza similares a las de una mano humana.
Diez años protegido
Durante la producción, cada Ford Fiesta se sumerge en un baño especial que le proporciona más de diez años de protección contra la corrosión. Después, pueden quedar pequeñas manchas en la superficie; no se ven a simple vista, pero se notan al tacto y podrían afectar al acabado del vehículo. Los seis cobots intervienen para suavizar estas inconsistencias y aspirar el polvo que queda. Dos empleados realizan las comprobaciones finales antes de que el coche se mueva a lo largo de la línea para recibir la imprimación.
Cada cobot es un UR10 (Universal Robots), el más vendido del mundo. Se trata del mismo tipo utilizado en la industria de equipos de audio para pulir altavoces y subwoofers de alto rendimiento. Aquí hablamos de superficies en su mayoría planas, que solo necesitan un cobot. La implantación de esta tecnología en una línea de producción en movimiento para un vehículo con múltiples contornos requería un nuevo enfoque.
“Tardamos varias semanas en instalar los cobots y programarlos para que se movieran en armonía con el fin de suavizar los contornos únicos del Ford Fiesta. Esta tarea resultaba aún más difícil, porque el coche nunca deja de desplazarse”; asegura Detlev Dahl, CEO de Dahl Automation. “Ahí es donde la adaptabilidad de los cobots y nuestra vasta experiencia como uno de los primeros integradores de sistemas certificados de Universal Robots salieron a la luz. Con los movimientos definidos, nunca pierden el ritmo”, añade.